Atrévete a ser cuadrado
Una fórmula simple que agrega significado y propósito a la vida.

¿Cómo te gustaría ser un 25% más eficaz en todo lo que haces? Todo el mundo es capaz de hacer más, de producir a un nivel superior. ¿Pero cómo? En realidad, la fórmula es bastante sencilla. Pero no es fácil. Sin embargo, si la aplicas, ¡dará como resultado una vida más productiva y gratificante!

En primer lugar, si te gustan las ayudas visuales, busca un papel y un bolígrafo. En el centro de tu papel, dibuja un cuadrado de buen tamaño. Ahora, con la ayuda de los autores William Danforth y Herbert Armstrong, así como de algunas escrituras bíblicas, añadiremos a cada lado del cuadrado a medida que avancemos.

Somos lo que comemos

Dios hizo al hombre de la materia, del polvo de la tierra. Él diseñó nuestros cuerpos físicos para que funcionaran de acuerdo con leyes físicas definidas. Cuando esas leyes físicas se quebrantan, el castigo es la enfermedad y dolencias, lentitud y debilidad.

En 1 Corintios 6:19-20, se nos exhorta a glorificar a Dios con nuestro cuerpo. Esto incluye la atención a la salud física.

El ejercicio es una clave importante para vivir de forma saludable, por lo que 1 Timoteo 4:8 dice que el ejercicio corporal es provechoso. Además, una dieta adecuada es muy importante. Somos lo que comemos. Como escribió el Sr. Armstrong: “Puesto que usted es simplemente comida convertida en un cuerpo y una mente humana, ¿no es evidente que cualquier alimento que usted ponga en su boca tiene mucho que ver con lo que usted es, y con su salud, o la falta de ella?” (La Pura Verdad, diciembre de 1967).

Mire todo el conocimiento científico que tenemos hoy, y al mismo tiempo tenemos más facturas médicas y más enfermedades que nunca antes en la historia del mundo. Dios es nuestro Creador. Él nos hizo. Él sabe qué alimentos buenos y saludables fueron hechos para el uso de nuestros cuerpos y qué alimentos no son buenos para nosotros. Él puso en marcha leyes que regulan las carnes limpias e inmundas. Obedézcalas, como lo hicieron Jesús y los apóstoles.

“Yo deseo que seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma,” escribió el apóstol Juan (3 Juan 2). Por encima de todo,
él deseaba que los hermanos gozaran de buena salud. ¿Por qué? ¡Porque la buena salud es fundamental para una vida exitosa! Muy a menudo, la vida sana no se aprecia realmente sino hasta que se acaba.

Entonces, en tu cuadrado, junto a la línea de la izquierda, escribe “estatura personal.”

Piense por usted mismo

“Sabiduría ante todo” dice en el libro de Proverbios (Proverbios 4:7). Pero tenemos que ir a buscarla.

En su libro ¡I Dare You ! [te reto], William Danforth dice que es muy fácil permitir que otra persona piense por usted. “Te desafío a que sepas bien al menos una cosa,” escribe él. “Al hacer esto, tendrás que pensar. Nadie llegará muy lejos en estos días a menos que piense por sí mismo. Esto llevará tiempo y trabajo duro, pero la alegría que descubrirás al saber bien una cosa te compensará con abundancia. … A la mayoría de nosotros le gustaría ser un Bernard Shaw o un Thomas A. Edison. Pero, ¿cuántos habrían estado dispuestos a ser Shaw o Edison hace cincuenta años cuando constantemente trabajaban, estudiaban, se formaban y devoraban todo lo que podían encontrar que les permitiera alcanzar la fama que iba a ser suya?”

Las características de una mente sana incluyen hábitos mentales correctos, curiosidad intelectual, disciplina mental, pensamiento claro e independiente y amor por la verdad. Todos esos atributos de carácter, si se basan en la verdad, son características de una mente sólida y equilibrada.

Junto al lado derecho de tu cuadrado, escribe “sabiduría”.

La personalidad de un rey

La ley del amor de Dios es el camino del interés altruista por el bien y el bienestar de los demás. Dios se preocupó tanto por el bienestar y el futuro de los demás que ¡dio a Su único hijo (Romanos 5:8)! ¡Dios es sociable, orientado a la gente!

¿Y Tú?

Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza, o sea, ¡para ser como Él! Aprende a compartir con los demás: tus padres, hermanos y hermanas, la congregación de tu iglesia y amigos. Comparte tu calidez, tu amor, tus planes y sueños. Sé amable y da ánimo a los que están en aflicción. Ofrece un elogio sincero a los que hacen algo bien.

Nunca hay un límite para dar amor. La belleza de esto es que cuanto más des, más feliz serás y más crecerás. La Biblia enseña que cuando damos de nosotros mismos a los demás, automáticamente trae bendiciones a nuestras vidas (Hechos 20:35).

Proverbios 18:24 dice: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo.” Según este proverbio, todo el mundo es capaz de ampliar su círculo de amigos. Todos pueden tener un impacto positivo en más vidas.

Danforth escribe: “Te reto a desarrollar esa personalidad magnética que guiará e inspirará a otros. Puedes tener esa personalidad si tienes el deseo lo suficientemente grande. Puedes convertirte prácticamente en lo que quieras ser. ¿Te imaginas a un joven con un deseo sincero y ferviente de hacer amigos y que alguna vez se vuelva un gruñón?”

En la Biblia, Dios se refiere varias veces a Sus santos como reyes y sacerdotes que gobernarán el mundo con Jesucristo, en Su regreso (Apocalipsis 1:6; 2:26-27; 3:21). Se como Dios el Padre y forma la personalidad de un rey orientada al servicio.

En tu cuadrado, encima de la línea superior, escribe “favor con el hombre.”

La vida con propósito

Incluso con tres lados de nuestro cuadrado llenos, lamentablemente estamos incompletos. ¿De qué sirve tener una salud vibrante, sabiduría que discierne y el magnetismo social, sin propósito?

¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es el propósito del hombre en esta vida? El Sr. Armstrong respondió a estas preguntas, y a muchas más, en su profunda obra El Misterio de los Siglos.

Comprender el propósito del hombre comienza con cómo nos relacionamos con Dios. “El principio de la sabiduría es el temor de [el Eterno]; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos” (Salmos 111:10). Dios nos dice que primero le temamos y obedezcamos Sus mandamientos, y luego vendrá un entendimiento profundo.

Pon a prueba a Dios haciendo (1 Tesalonicenses 5:21). Danforth escribe: “La fuerza física exige ejercicio. El estado de alerta mental exige estudio. La personalidad encantadora prospera en el servicio. El crecimiento religioso requiere acción, hacer lo correcto en lugar de lo incorrecto. Avanzamos solo haciendo. Expresa tus oraciones esta noche, pero a menos que mañana puedas actuar conforme a éstas, no valen mucho.”

En el lado final de tu cuadrado, en la parte inferior, o sea, la base, escribe: “favor con Dios.”

Así que ahí lo tienes: el cuadro de la vida.

Jesucristo ejemplificó perfectamente este estilo de vida equilibrado. Cuando era joven, dice en Lucas 2:52, Él crecía en sabiduría y en estatura, “y en gracia para con Dios y los hombres.” Cristo dio un ejemplo perfecto, pero también dijo que no sería fácil seguir Sus pasos (Mateo 7:13-14). Debido al nivel de dificultad, la mayoría de la gente elige el camino fácil, una vida de mala salud, pensamiento perezoso y relaciones tensas.

Elije el camino difícil, responde al desafío de Danforth: “¿Cómo te atreves a tener dentro de sí estas cuatro capacidades y no utilizarlas?”

Danforth continúa: “Ese es el primer principio que quiero fijar a fondo en tu mente, que la vida es un asunto de cuatro lados, que tu programa de retos te llevará a aventuras físicas, aventuras mentales, aventuras sociales y aventuras espirituales. No tienes una, sino cuatro vidas para vivir, es decir, una oportunidad cuádruple para crecer. … No te estás perdiendo de ningún placer al encontrar nuevas capacidades dentro de ti. Antes bien, esto te trae nuevos tesoros en cada hora de tu vida. Te está ayudando a tocar la vida en todos los ángulos, absorber la fuerza de todos los contactos, esparcir energía en todos los frentes.”

“Y aquí hay otra cosa interesante. Entre más esparzas, más encontrarás para verter.”

Adelante y compruébalo, te reto.